Entre la insipidez y el disfraz de sabio poeta

El tiempo llega realmente a quemar las fuerzas, hasta que te desplomas con la duda de si realmente vale la pena todo el esfuerzo. Si te decides a buscar un trabajo para ir manteniéndote mientras sigues en la brecha, tu tiempo de creación se ve reducido a unos momentos en los cuales lo único que puedes hacer es descansar, dejar que tus huesos se sacudan el agotamiento que el día laboral te regala de manera cotidiana e inflexible; después empiezas a notar que te falta algo de tiempo, comienzas a sentir una fuerte sensación de frustración, pero sabes que si no trabajas no comes, y si trabajas no creas, con lo que el dilema es tan grande que al final la desesperación te sume en una agonía estresante, consumiéndote poco a poco hasta caer desecho y perdiendo tu propia identidad...

Algunos se acomodan en sus trabajos, engordan y les cuentan a todo el mundo sus batalllitas de cuando eran “artistas”, mientras que en el fondo han endurecido sus corazones vencidos por el cansancio y el temor. Otros pasan sus vidas buscando con tanta ansiedad la opinión positiva, la crítica agradable de los demás, que desvirtúan y amoldan sus obras para el agrado de todos, colocándose la máscara de “artistas” e inmersos en una falsa vida bohemia que discurre entre la insipidez y el disfraz de sabio poeta.

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thoti dijo...

.. todo lo que dices me parece la cruda realidad..
.. te deseo que nunca te acomodes a nada y que siempre encuentres lo que debes hacer.. y eso te llevará a hacer lo que hagas con el corazón de un verdadero hartista..