Dia Primero


El comienzo siempre es lo más frío, sobre todo si no estás acostumbrado a escribir frente a una pantalla luminosa con ánimo de ser publicado. Pero lo cierto es que esta manera de hacerlo te responsabiliza más de lo que escribes, para bien o para mal. Es como si grabaras un videoclip, tratando de parecer natural mientras cantas; te sientes incómodo, pero tratas de cuidar tus gestos, tus maneras, tus formas, para no parecer un estúpido. Esto te purifica, en cierta manera, al mostrar como eres, pero siempre bajo un prisma con cierto tufo de falsedad implícito. Si consigo liberarme de esa presión, cosa que quizá ocurra a medida que avance el proyecto, podré escribir cada vez con más libertad; como cuando subes al escenario: la primera vez te mueres de miedo, cuidas todo lo que haces y procuras mantenerte fiel a una imagen, pero con los años se convierte en algo natural, y te importa un pimiento la forma, mientras acabes expresando de forma honesta, sincera, directa, concreta, elementos que, unidos a la pasión y la energía rompen cualquier historieta que nos montemos.
Bueno, después de leer esta diatriba tontorrona y autosuficiente, diré que en esto consiste este diario, en publicar lo que a uno le de la gana, dejándose llevar por el momento, por los espamos intelectuales y emocionales y por el tiempo, sin pensar si es bueno o malo, si tiene sentido o si merece la pena.