Impresionado. Así me estoy quedando. Ya había leído sobre él en varias biografías, pero en español las referencias son mínimas. Este libro no está publicado en este país (todavía). ¿Porqué? ¿A quién puñetas interesan hombres y mujeres como John Wesley, Hudson Taylor, Elisabeth Fry, George Müller, William Wilberforce o Dietrich Bonhoeffer?

Si sólo consiguieron frenar revoluciones sangrientas, configurar la democracia moderna, educar a las clases más desfavorecidas, fundar orfanatos, cambiar las leyes para mejorar las prisiones, abolir la esclavitud y morir por defender la paz en contra de dictadores sanguinarios y genocidas...

Mientras España permanezca mirando su ombligo (sus grandes televisiones con sus consecuentes cadenas basura) y deje de pelearse con el vecino, mirar hacia otro lado frente a la necesidad y de taparse los oidos para no escuchar la voz de Dios, en el nombre del cual se torturó y quemó gente, y en el nombre del cual también se frenó una reforma total de nuestra sociedad (es decir, que no se escuchó su voz en ningún caso, sino que sólo se usó el Nombre), ni estos libros, ni estas vidas, ni esta historia, tendrán alguna influencia en nuestro corazón.

¿Qué corazón?

La vida es eso que pasa mientras estás haciendo planes

El 17 de agosto rumbo a Madrid para empezar la masterización de "Fotografías". Esto ya desprende un olor a disco que me pone alegremente nervioso.

Estamos escribiendo el libro de ensayos "Sobreviviendo al tiempo. Notas de un músico y su fe", leyendo la biografía de Mandela, poemas de John Keats y ensayos de John Stott, viendo algunas películas antiguas y jugando con mi hijo.


... y perdiendo kilos de sandeces de este cuerpo abandonado a su suerte.

Y seguimos cerrando conciertos para el otoño (habrá fechas pronto).

¿Llegaré a tiempo a mi propio funeral?