Lo importante es ser consciente de ello

Cada verano lo encaro como un desafío (últimamente todo son desafíos) frente a ciertos personajes y/u obras a los que sé que tengo que decidar un tiempo especialmente extenso. Este año le ha tocado a la literatura norteamericana y británica contemporánea, pero sólo con autores muy reducidos y obras concretas que tengo pendientes.

Pero para empezar a situarme, y cómo ya había leído a algunos de esos autores elegidos, comencé un libro titulado "Hemingway contra Fitzgerald". No sabía dónde me metía. En sus páginas no sólo se hace un recorrido por la relación de estos dos autores, sino que, como buena biografía-ensayo que se precie, hace un recorrido por los diferentes temas que ayudan a entender el asunto en cuestión: La época, las circunstancias, personajes paralelos, y, sobre todo, varios estudios muy interesantes acerca de, por ejemplo, el alcoholismo en la literatura, la fama, la competitividad producida por una sociedad que sólo se centra en la figura y no en el arte, la formación de un escritor, etc...

Justo antes había leído la biografía de Anthony Burgess sobre Hemingway, y algunos libros más sobre él. También había quedado prendado, hace años, de "El Gran Gatsby" de Fitzgerald. Pero el autor del libro citado sobre estos dos escritores, Scott Donaldson, es perspicaz, honesto, profundo y ameno, y me los coloca en una dimensión más amplia y compleja.

Bueno, pues los libros se apilan sobre mi mesa casi por voluntad propia (la suya, aunque la mía colabora), y algunos ya leídos hace mucho más tiempo del que me gustaría reconocer. Es increíble cómo, a medida que pasa el tiempo, la relectura de libros que en su tiempo no te produjeron gran cosa, ahora cobren una importancia casi vital. La edad, la experiencia, la vida misma, te dan las claves para entender ciertas cosas.

Así que me zambullo es todo este itinerario vacacional, de precio muy económico pero de una influencia mucho mayor que el carísimo sol de un país donde los hoteles protegen a sus huéspedes para que no sepan la terrible pobreza que los rodea, y crean que el paraíso se paga a golpe de talonario. Mentira, mentira. El paraíso no existe en la tierra, y lo importante es ser consciente de ello.

Mientras tanto, "no te sientas incómodo; yo también he cometido errores". (F.S.F.).