Día 12, Enfermedad y descanso terminado

Después de una faringitis aguda que me ha dejado la garganta como un trozo de masa de pan, retomo la grabación de una canción nueva. No sé si encajará en el orden, pero es una gran canción, que le da exactamente un punto que me preocupaba dejar a un lado en el disco: Que cuando dejamos pasar lo malo en una relación, y no pedimos ayuda, pensando que las cosas se arreglarán solas, la cosa suele acabar mal, muy mal. Y cuando el Titanic se hunde, ya no hay nada que hacer.

Así que vamos a grabarla (esta vez en los Smelldogs Recordings) y después ya veremos. Al menos, la sacaré de mi cabeza para que vuele sola.

Después de registrar este tema, grabaremos un piano y una preciosa voz femenina en "Fotografías" y remezclaremos "Magnolias en el barro" y mezclaremos la nueva. Merece la pena afinar un poco más.

Total, después de tanto tiempo, para que correr...

Día 11, El orden de las canciones

El orden de las canciones SÍ altera el producto. Y más cuando has estado tanto tiempo componiendo y grabando canciones, con un sentido, con una raiz, con razones y con el corazón.

Muchas se han quedado fuera, pero "Fotografías" es lo que hay. Es decir, una vez te pones a escuchar, cada canción te pide una canción específica para seguir el orden, y tú no puedes hacer nada. Es una fuerza extraña que se dirige sola. Cómo los hijos: los crías, los educas y después deben salir del nido, así son las canciones; una vez compuestas, deja que respiren solas, se conduzcan solas, se agrupen o se repelan solas... y coge lo que quede.

Así que, muy a mi pesar, se quedan fuera otras muchas, y ni se me ocurra rechistar.

Queda ya muy poco. Tan poco que dudo que quede tan poco.

Días 8, 9 y 10, Mezclando tres canciones (intentándolo)

Las mezclas son apasionantes, pero muy duras, al menos para mí. Todos mis discos están mezclados bajo una gran presión, y he vuelto loco a algunos técnicos por la idea imposible de conseguir el sonido que tengo en mi cabeza.

"Fotografías" es un disco cuyas mezclas han podido respirar en el tiempo. La tensión está en las letras, en la grabación y en las mezclas, pero después han tenido espacio suficiente para respirar y reconciliarse con la realidad. Algunas han quedado a la primera, otras se han resistido, pero a día de hoy estoy satisfecho de cada una de mis hijas. Las amo, y deseo lo mejor para ellas.

Las tres que han caído en los últimos tres días han sido "Olvídate de las flores", "Magnolias en el barro" y "Fotografías" (por fin). Mañana se grabará el último tema que entrará en el proyecto, una tonada fresca titulada "Entre los golpes y el silencio". Una canción dura y dificil, una historia dolorosa. Desde luego...

¡Viva Sam Miller!

Día 7, Las damas de las tierras altas

Los personajes de las canciones están entrelazados, y unos se hacen daño a otros, se piden perdón, se resienten, se pierden, se pelean, se acusan, se lamentan, se van... Las relaciones se rompen, se dan oportunidades, se levantan y se caen y no se levantan. No hay disco sin hombres y mujeres. Las historias son reales y no.

Hay cuatro voces femeninas que me acompañan a lo largo de estas canciones. No en todas, pero sí (mejor no preguntar). Todas coinciden en una cosa: Son damas. Y de las tierras altas (unas del norte y otras del sur, pero son de aquella parte de la tierra). Mi voz es insuficiente, y las suyas también (es decir, incompletas) pero unidos levitamos literalmente sobre las melodías. Y nos comemos las letras, porque esto ya lo hemos vivido.

El día 7, la tercera dama en discordia (hay poca concordia aquí), grabó "Magnolias en el barro", y un escalofrío recorrío los Smelldog Recordings. Su eco resonó por todos los rincones, y su potente garganta se retuvo para dar paso a la recriminación impotente de un espíritu herido.